martes, 17 de octubre de 2017

I

De todas las cosas que más detesto, el esperar encabeza la lista. Odio esperar. Esperar en las filas del supermercado, esperar a que en la fonda de doña tere me sirvan el guisado, de hecho, esperar en cualquier fila es odioso. Esperar el fin de semana para irse de fiesta, aunque, en este caso la espera no es tan necesaria si seguimos el dicho de cierto personaje volador: “cualquier día puede ser fin de semana”. Esperar la quincena para comprar aquellos rollos de canela que tanto me gustan y que además, son artesanales y, que además, son muy caros. Esperar tu presencia en la rutina de mi vida. Esperar ser amado sin reproches. Esperar que el amor se explique con palabras que pueda entender. Esperar mi tranquilidad. Odio esperar.
No estoy listo. Sufro. Me duele. 

lunes, 9 de octubre de 2017

background

No recuerdo cuando fue la última vez que pude escribir algo real sobre mí. Mi mejor amiga me comento hace unas horas que dudaba de la realidad que vivía, que duda de todo y de todos. Pienso lo mismo. Ésta última semana han pasado por mi cabeza infinidad de sentimientos, de momentos y de situaciones. Mi temple ha tomado infinidad de formas, de momento la tristeza me brota por los ojos y mis problemas parecen no tener fin. Luego, como un baño de agua fria, la luz se encuentra con mi mirada, la razón, lo correcto se aparece frente a mi, y es tan claro, y es tan lúcido, y al mismo tiempo inalcanzable. La felicidad que sentía en mi niñez o lo que pienso sentí, o lo que creo sentí, o no sé, no la he sentido nunca más. Mi batalla en la vida se ha convertido en esa búsqueda.

Ya no debo preguntar por él, ni comentarlo, ni pensarlo, ni escribir de él. Y es que a veces siento la necesidad de expresarlo. Soy humano. Cada vez que toco el tema con algún amigo en común salen a la luz más de sus verdades. Lo odio tanto. Me creía tan sabio y tan listo que al final me dio la vuelta, de ida y de regreso, de ida y de regreso. Odio tanto su persona porque me recuerda a la mia. Odio esa parte mia. La que miente. La deshonesta. Pobre diablo. Y duele, me duele. No sé cuando acabará. Espero que sea pronto.